La transición de Fundación Democracia Abierta hacia su nuevo nombre, Precisar, marca un giro estratégico e identitario que va más allá de un simple cambio nominal. El paso hacia Precisar se explica desde una redefinición profunda del sentido y propósito que orienta a la organización en su relación con los públicos, las instituciones y la sociedad civil.
La adopción del nombre Precisar responde precisamente a la necesidad de superar la abstracción, dotando a la organización de una vocación explícita hacia lo concreto, lo operativo, y lo inmediato. En este nuevo paradigma, Precisar se posiciona como una entidad comprometida con la educación mediática e informacional, la rigurosidad analítica y la promoción activa de la claridad en la comunicación pública.
Precisar, entonces, no es sólo un nuevo nombre: es una toma de posición deliberada hacia la precisión como antídoto frente al ruido mediático, la imprecisión informativa. En ese sentido, abandona la generalidad de "lo abierto" para asumir un mandato claro: identificar problemas específicos, diagnosticar con detalle las dinámicas sociales y comunicacionales, y proponer soluciones factibles y concretas.
Este giro también refleja una maduración organizacional: Precisar aspira a ser un interlocutor especializado, capaz de dialogar en igualdad con actores estatales, académicos, institucionales, comunicacionales y ciudadanos, ofreciendo instrumentos prácticos y evidencia robusta que contribuyan directamente a la toma de decisiones y a la construcción de políticas públicas eficaces.
En suma, la evolución hacia Precisar simboliza el tránsito desde lo genérico hacia lo particular, desde la aspiración abstracta a la intervención específica, y desde la intención democrática general hacia el compromiso práctico y cotidiano con la calidad del debate público.
A veces, cambiar de nombre no es borrar el pasado, sino precisar mejor hacia dónde se quiere ir.
